Un número
Cómo los ángeles al caer el sol,
desnudo, semidesmayado por el dolor,
habitando el túnel del horror,
que comienza cuando la sangre rompe su circuito
y el alma se entrega a las psicodélicas luces.
Alucinaciones que protegen,
huelen a esposa, a hijos, a hermanos, a infancia.
¿Dónde vive la sangre cuando el cuerpo no la siente?
¿Quién visita sus terrores cuando el verdugo se apodera de la vida?
Aferrado al amor, emergió de las garras del infierno.
No estaba muerto, no estaba desaparecido.
Tenía un número y una visita.
Una visita
Virginia Patrone |
El miedo en sus ojos no impidió que lo reconociera,
sus hermosas manos estaban allí, sobre la mesa; deseosas de acariciar lo que tanto amaban y no se atrevían;
temerosas del dulce sueño de muerte, que engaña
y convierte en polvo la nada.
Una mesa, cinco sillas, un fusil y una súplica difícil de olvidar;
no quiero volver al primer lugar.
No fue difícil reconocer al hombre del mameluco gris.
Sus hermosas manos estaban allí, sobre la mesa.
TUS POEMAS ME GUSTARON MUCHO. QUISIERA LEER MÁS.
ResponderEliminarAlfredo Pareja Nº 1126 - 1973/1983- Penal de Libertad
Me emociona mucho tu comentario Alfredo, más aún tu presentación, tengo guardado el número de mi padre que también estuvo en el Penal de Libertad.
ResponderEliminarun abrazo!!
Hermoso el poema, amiga. Siempre emergemos del amor, a veces radiantes y otras, ya ves, con gafas que ayudan a tener una mañana mejor... Soy Alberto, claro, y no sé que es la URL, por eso seleccioné "Anónimo", vale?
ResponderEliminarGracias Alberto por tus palabras que emergen del amor!
ResponderEliminarLos anónimos no son anónimos para mi, beso grande!
Muy Lindo Laura Besos.-
ResponderEliminarAl Final Pude publicar !!! Jeee
ResponderEliminarGracias Charly!!! bso grande!
ResponderEliminarHermoso Laura! Uno más emocionante que el otro...
ResponderEliminarGracias Verito!
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